La semana pasada os hablamos de las diversas formas que existen para publicitar tu marca en prensa escrita. En la entrada de hoy, os hablaremos de cuáles son los formatos que se suelen utilizar para hacer esto mismo en televisión. Se trata de uno de los medios más clásicos a la hora de promocionarse. La publicidad en televisión fue, en su día, la más efectiva de todas, pero esto no quita para que todavía hoy siga siéndolo. Es más, aunque el auge de las nuevas tecnologías le haga parecer estar en declive, no deja de ser un medio de comunicación muy atrayente. La televisión necesita de la publicidad para vivir y, en realidad, las empresas también necesitan publicitarse en ella. A continuación veremos cómo.
Spot
Es el formato más convencional y conocido de la televisión. Su duración va desde los diez segundos al minuto, y puede ser clásico, creativo, innovador, social… Se identifican muy claramente y se separan de la programación, por lo que para la audiencia es fácil sortearlos.
Publicidad estática
En el caso de ciertos eventos (sobre todo los deportivos), es posible colocar vallas, paneles o lonas que publiciten tu marca. Aquí, por tanto, se mezclarían soportes publicitarios físicos con televisión, una combinación que puede resultar muy exitosa si se realiza correctamente. Algunas de sus claves serían la frecuencia y el atractivo del soporte utilizado.
Publicidad interactiva
A veces, la publicidad en televisión tan típica que los espectadores ni siquiera reparan en ella. Por eso, gracias a la digitalización y las Smart TV, se han empezado a desarrollar otros modelos que estimulen al espectador pasivo y lo conviertan en activo.
Patrocinio
Al igual que ocurre con la prensa escrita, una marca también puede financiar en televisión la emisión de un contenido determinado a cambio de que su nombre o producto sea mencionado durante o después del mismo.
Product Placement
Al final, todos estos formatos separan nuestro anuncio del programa, por mucho que su presentador nos mencione. Para poder introducir a nuestra empresa en la propia dinámica del contenido, existe el product placement. Este se suele llevar a cabo sobre todo durante películas o series y cuenta, a su vez, con un par de tipos en función del protagonismo que nuestro producto o marca cobre:
- Pasivo. Nuestro producto o marca aparece en escena sin ser mencionado o utilizado por los actores.
- Activo. Formamos parte de la acción de los actores mediante una mención o incluso una alusión. Esta última se diferencia de la primera en el sentido de que el actor no solo nos menciona, sino que destaca algo de nosotros.
Publicity
Como ya explicamos anteriormente, con la publicity conseguimos aparecer en los medios de comunicación sin pagar ni negociar nada con ellos. Si en prensa escrita el recurso gráfico es importante para tener más oportunidades de ser publicado, en televisión lo es todavía más. La multinacional sueca IKEA es toda una experta en este tipo de publicidad. A continuación os dejamos una pieza que ejemplifican a la perfección la esencia de este formato. En ella, un medio australiano se hace eco de la implantación de Manland, una “guardería para hombres”.
Estos son los formatos más empleados a la hora de publicitarse en televisión. No hemos profundizado en otros como la televenta (anuncios de productos convertidos en auténticos programas de televisión) o el teletexto (información textual emitida en conjunto por la televisión) por ser cada vez menos comunes. Sin embargo, el análisis de una empresa puede acabar llevándonos a ellos si se demuestra que es lo que de verdad le hace falta.
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